domingo, 23 de marzo de 2008

Canallada al Taladro


Central le dio vuelta el partido a Banfield y terminó ganadole por 2 - 1.

El resultado no es justo, pero a quién le importa. A Central, que jugó quince minutos de noventa, seguro que no.

Banfield empezó a manejar la pelota y el desarrollo. Un poco porque Central no hacía pie en el medio y los laterales iban de un error a otro pero, sobre todo, porque Cvitanich tuvo un ratito como para confirmar que está en llamas. Era proponérselo y desbordar. Era proponérselo y dejar en el camino a los que se le pusieran delante. No lo podían parar. Tras dejarle el gol a Pavlovich, se entusiasmó Darío y pretendió liquidar antes del descanso.

A la hora de explicar por qué Central se lo dio vuelta no hay mucho más que la banca de la gente, los gritos que pudo haber pegado Madelón en el vestuario después de ese mini baile del último cuarto de hora pero de fútbol, poquito y nada. Aunque, claro, la actitud de Banfield no fue la misma y se dejó estar de más, demasiado, como si se sintiera cómodo siendo dominado. Sin embargo, ¿alguien puede decir que Central tuvo más méritos que los goles? Que no se malinterprete, porque de eso se trata este juego: y Central hizo lo que Banfield no había podido.

Por eso se llevó una victoria tras ir en desventaja por el gol de Pavlovich a los 33; pero se lo dio vuelta en la segunda mitad por los tantos de Zelaya a los 11 y Vizcarra a los 40 de la segunda parte

No hay comentarios.: