Temperley volvió a dejar puntos en el camino frente a un rival directo en la lucha por el octogonal. Esta vez fue frente a Central Córdoba de Rosario por 1-0.
El partido tuvo como atenuante que comenzó una hora mas tarde de lo pactado ya que el micro que transportaba a la delegación rosarina tuvo algunos problemas mecánicos que lo imposibilitaron llegar a horario.
Con respecto al partido, el equipo de Barrella fue superior en los primeros minutos de juego a partir de la buena actuación de Maxi Núñez. El juvenil ex Estudiantes de la Plata está siendo de lo mejor de este conjunto que depende mucho de él en la creación, pero que tiene poca compañía.
Como es una constante, el “gasolero” es más en el juego que sus rivales pero no concreta y luego por errores defensivos, lo paga muy caro. Estos defectos están haciendo que esté cada vez más lejos del ingreso al Reducido, que la gente se impaciente y lo manifieste a través de silbidos e insultos como en l a noche de hoy.
Temperley generaba pero no concretaba, Central Córdoba era muy tibio pero asi y todo a los 33 minutos se puso en ventaja sin merecerlo. Ferri tomó un rebote largo que dio para adelante Mendoza y estampó el 1-0,. Pero en el fútbol no existe el resultado moral como lo ponen algunos programas de televisión y es demasiado cierta la frase histórica que dice: “Los goles que te comes en un arco los pagas en el otro”.
Sobre el final del primer tiempo, Molina en primera instancia y Virardi después, tuvieron chances claras para igualarlo, pero no había caso, no entraba.
En la segunda parte Barrella confundió cantidad con calidad y mandó a los tres delanteros que tenía en el banco a la cancha. Los ingresos de Gozarelli, Lazzarini y Escalante no hicieron más que seguir desnudando las deficiencias que tiene el equipo a la hora de definir y concretar las ocasiones que genera.
A los 7, Soler tuvo la más clara para empatar pero estrelló su remate en el palo. Luego todo fue nerviosismo e imprecisión, los minutos pasaban y la gente que ya no soportaba más la situación, se desahogo con cantos contra el técnico y los jugadores.
El “celeste” tiene que jugar el martes a las 16:00Hs frente a Armenio y luego, visitar a Los Andes. ¿El clásico puede ser la rotura total de la relación plantel- hinchas?, ¿Barrella podrá seguir al 100% en su cargo con el repudio total de la gente?, ¿El hincha tiene que entender que con este plantel reducido no puede conseguir los objetivos o seguirá insultando hasta que la situación no de para mas?.
El partido tuvo como atenuante que comenzó una hora mas tarde de lo pactado ya que el micro que transportaba a la delegación rosarina tuvo algunos problemas mecánicos que lo imposibilitaron llegar a horario.
Con respecto al partido, el equipo de Barrella fue superior en los primeros minutos de juego a partir de la buena actuación de Maxi Núñez. El juvenil ex Estudiantes de la Plata está siendo de lo mejor de este conjunto que depende mucho de él en la creación, pero que tiene poca compañía.
Como es una constante, el “gasolero” es más en el juego que sus rivales pero no concreta y luego por errores defensivos, lo paga muy caro. Estos defectos están haciendo que esté cada vez más lejos del ingreso al Reducido, que la gente se impaciente y lo manifieste a través de silbidos e insultos como en l a noche de hoy.
Temperley generaba pero no concretaba, Central Córdoba era muy tibio pero asi y todo a los 33 minutos se puso en ventaja sin merecerlo. Ferri tomó un rebote largo que dio para adelante Mendoza y estampó el 1-0,. Pero en el fútbol no existe el resultado moral como lo ponen algunos programas de televisión y es demasiado cierta la frase histórica que dice: “Los goles que te comes en un arco los pagas en el otro”.
Sobre el final del primer tiempo, Molina en primera instancia y Virardi después, tuvieron chances claras para igualarlo, pero no había caso, no entraba.
En la segunda parte Barrella confundió cantidad con calidad y mandó a los tres delanteros que tenía en el banco a la cancha. Los ingresos de Gozarelli, Lazzarini y Escalante no hicieron más que seguir desnudando las deficiencias que tiene el equipo a la hora de definir y concretar las ocasiones que genera.
A los 7, Soler tuvo la más clara para empatar pero estrelló su remate en el palo. Luego todo fue nerviosismo e imprecisión, los minutos pasaban y la gente que ya no soportaba más la situación, se desahogo con cantos contra el técnico y los jugadores.
El “celeste” tiene que jugar el martes a las 16:00Hs frente a Armenio y luego, visitar a Los Andes. ¿El clásico puede ser la rotura total de la relación plantel- hinchas?, ¿Barrella podrá seguir al 100% en su cargo con el repudio total de la gente?, ¿El hincha tiene que entender que con este plantel reducido no puede conseguir los objetivos o seguirá insultando hasta que la situación no de para mas?.
Son muchos interrogantes, son pocas las respuestas futbolísticas y es el peor momento del torneo para enfrentar a Los Andes. Aunque Banfield haya demostrado hace muy poquito que los clásicos son partidos aparte, el ánimo juega un papel importante y se nota que por el lado del “gasolero”, la motivación está por el suelo.
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