domingo, 23 de marzo de 2008

Sangre Celeste


A lo guapo, con mas garra que fútbol, con un Giannunzio que fue el abanderado de la remontada en el segundo tiempo, el “gasolero” lo ganó en el Gallardón por 3-2 y provocó la renuncia de Alberto Pascutti a la dirección técnica de Los Andes.
Los primeros 10 minutos fueron del conjunto que hasta ahí dirigía el “beto”. Siempre por el sector izquierdo generaba las chances mas claras a partir de buenas intervenciones de Luppino que finalizaba mal la jugada.
Promediando los 15, Temperley comenzó a emparejar las cosas y a generar un poco de peligro siempre con la batuta de Maxi Núñez. El “pitu” fue uno de los mejores de la cancha junto a Giannunzio y a Impallari y descolocaba a la defensa de Los Andes con sus arranques en la espalda de Natalicchio.
Pero el local le dio de tomar de su propia medicina, se puso en ventaja de contragolpe. Luego de un córner mal ejecutado por Quevedo, Ascencio comenzó la jugada, Tissera metió un gran pelotazo de 40 metros y Tridente por el costado izquierdo, si, ese que utilizó el dueño de casa para lastimar, lograba el primero tras un remate cruzado.
El “celeste” sintió el golpe y fue dominado por un “Milrayitas” que comenzaba a agrandarse. Luppino y Ascencio dominaban el balón pero siempre terminaban mal la jugada. Así, se iba el primer tiempo con una diferencia mínima que no le iba a servir al dueño de casa.
En los primeros minutos de la segunda parte la única diferencia entre ambos equipos fue la efectividad: Tridente tuvo dos y definió mal, Temperley tuvo la misma cantidad de chances y concretó.
A los 8, Giannunzio metió un pase bárbaro en cortada e Impallari definió ante la salida de Leo Aguirre. A los 10, el “guerrero” metió un remate de media distancia, y luego de una serie de rebotes, Soler de palomita marcaba el 2-1 parcial.
Los Andes comenzaba a ser puro nervios y no podía concretar una jugada seria de peligro. Pero “lomas” volvió a utilizar ese bendito sector izquierdo y sacó su rédito dado que el “colorado” numero 7 peleó una pelota y Micheli derribó a Castagnino adentro del área. Sardi no falló y las cosas mas tranquilas en el Gallardón tras algunos insultos y canticos agraviantes cuando el partido estaba a favor de Temperley.
Un rato más tarde se iba a ir expulsado Di Benedetto por doble amarilla y las cosas se ponían grises hasta llegar a la tormenta. Y a los 40 llegó el diluvio para “lomas”; centro de Mendoza e Impallari cabeceo cruzado al segundo palo. Otra vez pelota aérea cruzada que complica al fondo “milrayitas” y partido 3-2.
Temperley lo ganó porque así se juegan los clásicos, con el cuchillo entre los dientes, sin bajar los brazos y apostando al error del rival más que a las virtudes propias que escasean en el “gasolero”.
Los Andes nunca entendió que se jugaba una final y muchos jugadores siguen transitando el camino con una pasividad que asusta y enfurece a la gente que se quedó esperando la salida del ex técnico para insultarlo.


Luego del partido Pascutti anunciaba que no iba a ser mas el técnico de Los Andes a partir de estas declaraciones: “Me voy como hice toda la vida cuando no pude revertir las cosas, con honestidad. No voy a hablar del partido porque me parece que ya no vale la pena. No tengo manera de revertirlo, hoy sentí que el equipo no me respondió por eso mi renuncia es irrevocable. Agradezco a los dirigentes por todo el apoyo pero la decisión está tomada y no la voy a cambiar. Hice todo lo que pude, me di cuenta que no puedo aportar nada mas así que me voy”.

El entrenador ganador decía lo siguiente: “Son tres puntos importantes por suerte se dio en el clásico. Fuimos superiores, merecíamos abrir el marcador antes y lo bueno es que no nos caímos, en el vestuario nos metimos de vuelta en el partido y salimos al segundo tiempo con mucha actitud”.
“Las esperanzas para entrar al Reducido siempre están y ahora habrá que ser mas regulares para poder llegar”.

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