Salvador Azteca

El paraguayo Cabañas entró en el segundo tiempo cuando el partido estaba parejo, asistió en el 3-2, y sacó un zurdazo bajo y esquinado para liquidar el partido a favor del América, cuando parecía que se le venía la noche al conjunto de Romano, que último en el torneo Mejicano y perdiendo como local frente a River, estaba con las valijas en las manos y a punto de irse.
El partido fue intenso, cambiante, agónico y con goles calcados, pero todo ese coctel tampoco permitió ver un encuentro bien jugado por el piso. Los dos equipos aprovecharon de maravilla el juego aéreo y sacaron ventaja por esa vía; River marcó sus 3 tantos así y los aztecas lo hicieron la misma cantidad de veces.
El primer tiempo fue todo del equipo de Simeone. A los 9 minutos tras un centro de Abelairas desde la derecha, Archubi apareció solo por el fondo y después de un rebote del arquero Ochoa, estampó el 1-0 de derecha.
River manejó la pelota con discreción, generó situaciones para ponerse 2-0 y parecía que lo tenía todo controlado. El ex volante de Lanús tuvo otra clarita entrando por atrás de todo, otras vez luego de un tiro libre, pero su remate de volea rebotó en un defensor y se perdió por línea final.
Para el segundo tiempo llegaron todas las emociones juntas y calcadas. América en 2 minutos y tras una ráfaga de contundencia, se puso en ventaja por los tanto de Iñigo y Ezqueda, los dos de cabeza.
Pero River volvió a aprovechar la pelota parada y un minuto mas tarde del segundo gol mejicano, volvió a poner las cosas como antes. Centro de Abelairas desde la derecha y cabezazo de Cervantes, defensor Azteca, para igualarlo 2-2.
El cotejo era bastante equitativo en llegadas y todas de la misma índole, los dos iban y a base de centros y lastimaban a su rival. Todo el desgaste que River hizo en el primer tiempo con la presión y la marca ahogante, se sentía a partir del cansancio que los jugadores dejaron entrever en la segunda mitad.

Por ello, otra vez las “Águilas” se ponían arriba en el marcador tras un envió desde la izquierda y un cabezazo de Ezqueda.
Pero como si hubiese sido una repetición instantánea, los visitantes otra vez fueron por arriba un minuto mas tarde y Abreu, un poco con la cabeza y otro poco con la nuca, decretó el 3-3 que ya era para el “millonario” una victoria, por haber levantado dos veces el marcador, y porque el empate lo clasificaba a la próxima ronda.
Pero no contaban con la habilidad de Cabañas y con su explosividad para definir. Lesionado, con una condición estética en la cual parece que estuviese con algunos kilos de más, y sin haber echo demasiado en el partido, sacó un latigazo desde la media luna, con una velocidad para darse vuelta que sorprendió a un Carrizo que no tuvo una noche como las que nos tenía acostumbrados.
Partido 4-3 y victoria para el equipo de Miguel Romano que extendió su estadía en el club, por lo menos hasta quedar afuera de la Copa.
River tiene que estar tranquilo en lo numérico porque con un empate como local frente a San Martín de Perú estará en los octavos de final, pero debe corregir algunas falencias que se vienen repitiendo desde hacer varios encuentros, aunque en cuanto a merecimientos, la derrota es un resultado muy injusto para un equipo que hizo un gran desgaste y se quedó con las manos vacías.