Adrian Gooolzalez

San Lorenzo no sabía por donde entrarle a River que se defendía con dos líneas de cuatro, los minutos pasaban y el empate en uno parecía clavado, pero tras un penal de Alexis Sánchez por supuesta mano apareció la figura del partido para darle un gol importantísimo para las aspiraciones del “Ciclón” en la Copa. El mismo que había roto la sequia a principio de campeonato cuando no se le hacía un gol a nadie, ese que fue suplente y se la bancó y que cada vez que entró demostró porque lleva la cinta de capitán. Adrian González, el obrero callado de este San Lorenzo que quiere hacer su sueño realidad.

Por el lado de River hay que decir que de no haber existido la pena máxima a 2 del final estaríamos hablando de un buen planteo, de un empate que lo beneficia y de los cambios agresivos del “Cholo” en un momento complicado. Pero cuando la pelota besa la red todo cambia en el futbol, y aunque el resultado es levantable, el “Millonario” se va con un sabor amargo del Nuevo Gasómetro.

El partido arrancó palo y palo. Los dos llegaban, había un ritmo bárbaro porque proponían buen juego y agresividad en todo sentido. Fueron a buscarlo y por eso a los pocos minutos las situaciones de gol abundaban y el partido colmaba las expectativas que había generado.
A los 4 minutos ya Abreu se perdía un claro mano a mano. 3 más tarde D´Alessandro le rompió el pecho a Carrizo y ya comenzaban a mostrarse las claves del encuentro. Por el lado del Azulgrana el negocio estaba por afuera, con González y Rivero por derecha y D´Alessandro de la izquierda al medio. River usaba muy bien su sector derecho con Ferrari y Fernández a espaldas del “Cabezón” y haciéndole el 2 – 1 a Placente.
A los 28, tras un centro del lateral derecho de los locales, Silvera anticipó a Cabral y la cruzó por arriba para darle la primera ventaja a los de Ramón en el partido. Poco pudo festejar la gente que copó el Gasómetro porque dos mas tarde Ferrari escaló por derecha, elevó el balón y Falcao entre los dos centrales cabeceó de pique al suelo para darle paridad al cotejo. Estaba bien porque los dos intentaban, iban al frente y creaban chances por merito propio y por algún error del rival.
En los últimos 10 minutos comenzó a picarse el duelo, algunos manotazos, insultos de más, el condimento que le faltaba a este típico partido de Copa Libertadores. Decíamos en la previa que mucho era lo que se jugaba, por eso que en la cancha se empezó a notar que no eran 90 minutos como cualquiera.
En la última de la primera mitad apareció Placente solo pero su remate de derecha fue controlado por Carrizo.

En el segundo tiempo River se decidió a conservar este resultado beneficioso y San Lorenzo con pocas ideas fue a buscarlo. Pese a que los cambios de Ramón eran pieza por pieza y los de Simeone un poco mas jugados, la intención del local era poder como sea sacar una diferencia y la del visitante aguantarla, y ver si en una contra o error del “cuervo” podía llevarse el partido.
Para destacar una llegada al fondo del número 10 de Boedo y un centro que no pudo capitalizar Romeo en el área chica a los 16 minutos. Después se trabó, se hizo áspero el encuentro y esto le beneficiaba a River que lo pudo ganar en el final pero terminó perdiéndolo. A los 38 tras un yerro de Aguirre, la pelota le quedó a Buonanotte que definió tan cruzado que se le fue afuera.
Pero faltaba lo mejor, lo mas importante, porque cuando parecía que se moría, que nada iba a pasar, vino el penal, la mano en el área de Sánchez y la ejecución magistral del Gran Capitán para darle la victoria y el desahogo a todos los “Santos” que dejaron la vida en cada canción y el alma en ese grito.
Quedan 90 y este desafío esta abierto, esperemos que puedan dar lo mismo que hoy porque tuvo de todo esta primera final, en donde se juegan el pase a cuartos y el honor de varios, de un lado y del otro.