Aire y Corazón

San Lorenzo enfrenta esta tarde a partir de las 19:20Hs a La Liga Deportiva Universitaria de Quito, en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
En la ida terminaron 1-1 con goles de Bieler, tras la falla de Orión y A. González de tiro libre minutos mas tarde. El “Ciclón” tiene la necesidad de marcar un tanto para quedar en ventaja, ya que el 0-0 beneficia a los de Bauza.

La altura será un escollo bastante importante al que debe sobreponerse el equipo de Ramón Díaz, que ha jugado a mas de 3000 metros en la segunda ronda cuando tuvo que verse las caras con el Potosí y terminó venciéndolo por 3-2 en el final.

Con respecto al equipo, dos son los cambios que meterá el entrenador buscando la victoria. El ingreso en la mitad de la cancha de Diego Rivero que viene de cumplir con la fecha de suspensión el lugar de Santiago Hirsig, y La vuelta a la titularidad de Bernardo Romeo que estará por Silvera.
Los 11 del equipo del Riojano mas famosos de la Argentina serán: Orión; A. González, Tula, Aguirre y Placente; Rivero, Torres, Acevedo, D´Alessandro; Bergessio y Romeo.

Los ecuatorianos sorprendieron en el Nuevo Gasómetro con un planteo por momentos agresivos y merecieron algún gol más. Ahora tienen la presión de ser los favoritos de la llave, hay que ver como llevan esa mochila. En su estadio vencieron a Estudiantes y golearon a Arsenal, los dos equipos de nuestro país a los cuales enfrentó.
Los titulares que dispone Edgardo Bauza serán: Cevallos; Campos, Araujo, Calle y Ambrosi; Guerrón, Vera, Urrutia, Bolaños; Manso y Bieler.
El partido será televisado para toda Sudamérica por Fox Sports y será arbitrado por el Mexicano Marco Rodríguez.

Ya sabe de Milagros este San Lorenzo y espera que hoy se pueda producir otro más. Hace falta golpear primero para poder manejar el resultado, el aire y que el rival se empiece a poner nervioso. Lo que si, el jardín de infantes que viene haciendo chiquilinadas todos los partidos (D´Alessandro el último domingo), tendrá que estar sereno, ya que un error grosero es igual a volverse a casa con las manos vacías y la bronca a flor de piel.