“Tritanes”

Parece que a Boca le encanta la presión, se complica de local solito para ir a cualquier parte de América a pisotear al rival de turno. Este es el Campeón y sin discusiones pasó de ronda. Venció 3-0 al Altas en México, con un soberbio primer tiempo en el cual apareció Riquelme en todo su esplendor para asistir, y el Gran Martín Palermo para convertir la tricota que le permite al “Xeneize” seguir su camino hacia el Bicampeonato.

Mucho se habló en la previa; que llegaba cansado, que la ventaja era para los de Brindisi, que tenía que salir a ganar, que se jugaba en la altura y con mucho calor. Boca tiene jerarquía, tiene jugadores que aparecen en las difíciles como en este caso, y por eso es el máximo candidato a ganar de vuelta este torneo.

En el primer tiempo liquidó la serie. Pasó el sofocón de los primeros minutos y fue de menor a mayor. Empezó a crecer Dátolo por afuera, Riquelme se hizo eje del equipo y Palacio cada vez que podía y quería desbordaba por derecha. El Atlas era impreciso, marcaba mal y hacia meritos para perderlo.
A los 19, Riquelme la tomó solo en tres cuartos de cancha, asistió de manera formidable a Palermo que remató de zurda y estampó el 1-0. Ventaja que ya lo dejaba en las semifinales, pero Boca quiso aumentar para su tranquilidad.
A los 34, Román otra vez mete un pase formidable para Palacio, parecido al que le envió a Palermo en la final frente al Real Madrid, el 14 quedó mano a mano con el arquero y lo habilitó a su compañero de ataque para el 2-0. Noqueado quedó el equipo de Marioni y compañía, que no hacia pie de mitad de campo hacia atrás, ni tampoco dos pases seguidos.
Con la diferencia consumada faltaba la frutilla del postre, la genialidad del máximo goleador de la historia del club de la Rivera. Pase de Román, el 9 la paró, miró y se la picó por encima al arquero; tercero y delirio de los simpatizantes que viajaron hasta Centroamérica y que no se si esperaban tal diferencia en solo un tiempo. Con este Boca podes esperar eso y mucho mas, porque es una caja de sorpresas y porque como todo equipo ganador juega cuando tiene que jugar.

El segundo tiempo estuvo de más. Brindisi metió mano para buscar la heroica y se quedó sin arquero a los 4 minutos. Palacio quedó mano a mano, eludió al Bava que lo derribó y vio la roja. De ahí en más control de pelota del visitante, alguna situación clara para seguir aumentando la cuenta, cambios tácticos para prevenir lesiones y festejo desatado tras el pitazo de Selman.

Otra vez Boca, siempre Boca, los titanes de azul y oro no paran de ganar partidos decisivos. Goleo, gustó, bailó y solo necesitó un tiempo para demostrar que está mas vivo que nunca. No está definido quien será el rival, puede ser San Lorenzo si pasa, Fluminense si el América de México deja afuera al Santos, o Liga de Quito si clasifican dos brasileños a las semifinales de la Copa “Boquense” Libertadores de América.