domingo, 8 de junio de 2008

Copa Vacía


Muy mal rendimiento mostraron dos equipos grandes que pelean por entrar a la Sudamericana del próximo semestre. En el José Amalfitani Vélez e Independiente igualaron 0-0, en un bodrio que dejó en claro el pobre nivel y la irregularidad de los dos en gran parte del torneo.
Por como se dio el trámite del partido está bien que haya habido paridad porque fue un tiempo para cada uno, y también el marcador reflejó lo mostrado por los dos a la hora de atacar. Desempeño sin altos rendimientos ni individuales ni colectivos que hicieron de los 90 minutos un bostezo absoluto.

El encuentro arrancaba con un Independiente más agresivo buscando el arco rival, aunque con poca aparición de sus creadores. Borghi le pedía a Grisales que llegue un poco mas a la zona de gestación para juntarse con Fredes y Pusineri y así, poder servirle en bandeja las posibilidades a un Denis, que hasta ahí debía crearse sus propias chances de gol.
A los 21, el Tanque la armó y se la dio a un Sosa que pateó al cuerpo de Montoya. Tres minutos mas tarde, Grisales escaló por derecha y sacó un remate que tiró el arquero al córner. Mostraba una tenue superioridad el de Avellaneda, pero no era profundo por lo tanto no sacaba diferencia.
Vélez tenia aislado tanto a Balvorín como a Escudero y la pelota no les llegaba de manera limpia y precisa. Por eso el 11 debía retrasarse en el campo y generase por sus propios medios las chances de peligro. Fue así como a los 31 sacó un remate de media distancia que besó el palo derecho de Assmann.
A partir de los 35 y hasta la finalización de los primeros 45, el trámite se hizo parejo pero mediocre, aburrido y sin opciones concretas.

Para el segundo tiempo no cambiaba lo que se venía dando. Pocas llegadas, mucho roce y juego en el medio del campo. El equipo de Tocalli sabiendo que está abajo en la tabla general y que necesitaba la victoria para lograr la clasificación, empezó a adelantarse en el campo. Independiente entendiendo que el empate era negocio se tiró unos metros atrás y quiso salir de contragolpe.
A los 16, Escudero remató fuerte y la pelota se fue cerca del arco defendido por Assmann. Con remates de media distancia se aproximaba el “Fortín”, que movía piezas e igualmente no le daba resultado. A los 20, Cristaldo tiró por arriba del arquero y Gioda sacó la pelota en la línea. Era la llegada mas clara de un Vélez que jugaba cada vez más cerca del arco ajeno.
De ahí hasta el final siguió dándose esa postal en el partido; el local yendo y generando con mas ganas que otra cosa, y el visitante agazapado sin poder salir de contragolpe. En la última jugada del partido se vio el vértigo que no había aparecido en los 90 anteriores. Un ataque de los de Liniers, seguido por una contra del “Rojo” y terminando en una aproximación clara del local que terminó con foul a Assmann, fue lo más atrayente de un cotejo que podría haber durado menos.

En los números negocio para Independiente que sigue a un punto de Vélez. En el juego nadie ganó, todos perdieron y aburrieron a los que fueron participes de este mal trago.

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