lunes, 30 de junio de 2008

La Promoción, La Promoción Se Va…..


A donde los hinchas de Racing quieran porque la Academia se sacó el karma de encima y festejó como si hubiese ganado la Copa libertadores, como así lo citaba su entrenador tras el partido. Y como no hacerlo si se salva del fantasma que volvió a acechar como hace 25 años logrando una salvación con solo tres partidos ganados en el semestre (ninguno de visitante), sufriendo por los malos rendimientos, por las idas a principio de año y por las lesiones de jugadores vitales.

Fríamente uno puede pensar ya pasado el partido y la certeza de que Racing se queda en primera, que para el campeonato que viene mucho tiene que cambiar el estado actual del club en todas sus jerarquías ya que la Promo es el primer paso y el descenso directo el segundo. Pero que se le puede decir a un apasionado hincha celeste y blanco que festejó el gol de Moralez como el de Loeschbor a Vélez, o el de Catalán contra Cruzeiro.

Con respecto al tramite del partido, quedó reflejado que Belgrano suele jugar mejor fuera de casa, que le generó varias chances para ponerse en ventaja en principio y para darle suspenso al encuentro después, pero la mala fortuna y la impericia de algunos de sus hombres hizo que la historia haya quedado sellada. Si leyó bien, Racing tuvo suerte porque si entra la de Gigli a los 9 y no la de Moralez a los 10, la película iba a ser otra.

El cotejo arrancaba mostrando a un “Pirata” que sin mucho que perder, iba a buscarlo con dos delanteros y Mazanelli, que se paraba casi como extremo derecho y no dejaba que se proyecte Shaffer, una de las claves del primer chico. El local parecía atado, nervioso por el gran marco y porque debía demostrar esa superioridad catapultada en Córdoba. A los 10, partió un pelotazo que dejó mano a mano a Gigli contra Gullota, el remate fue cruzado y rozó el palo derecho. En el ataque siguiente, gran combinación entre Sava y Moralez y definición arriba del enano para darle el 1-0. El 10 a los 10, el petiso le daba una alegría inmensa a la gente que copó el cilindro. El visitante era más, pero el tanto lo perturbó y los de Llop comenzaron a ser dueños del balón. Igualmente, ni se parecía la performance a la vista 4 días atrás.

A los 24, otra muestra de que Racing se complica solo su existencia; Mercado pifió, Gullota se confió y terminó la jugada en un córner en el cual casi llega el empate de cabeza. Reaccionó el conjunto de Mario Gómez que estaba inteligentemente parado en el campo, jugaba en terreno adversario y le faltaba solo la última puntada para igualarlo.
Parecía que los dos hacían meritos para que el partido sea atractivo y no por lo que creaban sus conductores, sino por los errores que cometían. Esta vez fue el “Pirata” quien regaló la pelota en la salida a los 29 y produjo un mano a mano que Bonet definió al pecho de Olave.
Sánchez crecía en la mitad y era la punta izquierda la que utilizaban los del “Chocho” para atacar. El final de la primera parte mostró a un Belgrano que empezaba a usar los centros como arma para empatar. A los 47, Gigli metió un cabezazo bárbaro que detonó en el travesaño y picó en la línea. Finalizaban los 45 dejando a las claras que Racing nunca va a ganar con soltura y tranquilidad.

En el segundo tiempo los cordobeses lo fueron a buscar, ya sin nada que perder el entrenador puso toda la carne al asador, pero las variantes vinieron falladas. A la cancha Bustos, tres delanteros y a la carga sabiendo que el rendimiento de Racing merma de manera notable cerca del final. Así paso, el local comenzó a equivocarse de manera grosera, dejó huecos bien aprovechados por su rival que fallaba de manera increíble algunas oportunidades.
La mas clara a los 24, cuando Bustos eludió a Gullota y con el arco solo falló, si nadie alrededor, vacía el área chica al delantero le quedó la pelota atrás y no la pudo empalmar: no entró esa, no entraba ninguna y ya resignado los visitantes tiraron la toalla y el cotejo se murió en ese minuto.
Racing ganó, gozó, mando al diablo a la maldita promoción y festejó como en el 2001, como en el 88, como en el 66. Si, que devaluado está el presente de uno de los grandes que las alegrías las da no salvarse del descenso. Pero así vive el hincha y enhorabuena puede levantarse y andar, aunque como marca el principio de la nota, el barco debe enderezar y empezar a recorrer el camino que lo lleve a buen puerto, porque sino el descenso directo será la próxima parada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajajaajajajajajaajajajajajajaj
jajajajajajajajajajajajajajajajajaj
jajajajajajajaajajajajajajajajajaj
que mierda q sos ra sin club !!!! cada dia mas chiquitito