domingo, 22 de junio de 2008

Ningunos Burritos


El campeón sufrió en el Sur frente a Banfield sin Ortega, pero sacó a relucir la chapa y lo terminó dando vuelta. Demostró mucho tesón y actitud ya que se le presentó adversa la previa y el mismo partido y sin embargo, fue al frente y lo ganó por 3-2.
Banfield no merecía la diferencia que había alcanzado. Luego en su mejor momento no pudo liquidarlo y se fue con las manos vacías por lo de siempre, su floja defensa. Termina un ciclotímico campeonato en donde estos 90 minutos fueron una radiografía de lo que el “Taladro” entregó en el torneo; vaivenes, mucha profundidad y efectividad pero en contraposición, una línea de fondo que flaquea cada vez que la atacan.

En el primer tiempo parecía que los dos sueltos y sin ninguna presión, iban a entregar un espectáculo formidable y terminó sucediendo. Si bien en los minutos iniciales no generaron chances claras para anotar, se sentía que los goles estaban al caer en cualquier momento por lo mal que marcaban unos como los otros. La incidencia más importantes hasta los 30 fue la salida de Sanguinetti y la ovación para el capitán de Banfield que se retira siendo el hombre que más veces ha vestido esa casaca.

A partir de los 32 River, que ya manejaba el balón, comenzó a profundizar y a crear situaciones plenas de gol. Tras un centro desde la derecha, Archubi cruzó el remate y la pelota dio en el palo izquierdo de Santillo. 4 mas tarde, Falcao se hizo un lugar y de larga distancia sacó una bomba que detonó en el travesaño del arquero, que volaba nada más que para la foto. El equipo de Simeone era mejor; Banfield no tenía la pelota y cometía errores que por suerte para los del sur, no le costaban un tanto en contra. La más clara para el local llegó a los 39 cuando el ex volante de Lanús desbordó por el andarivel izquierdo, sacó un centro que Abreu conectó solo en el área chica y la envió por arriba del travesaño.
Todo era rojo y blanco pero Banfield demostró porque es el conjunto más goleador del certamen, ya que en la primera aproximación al arco la vacunó. Fue a los 41 cuando Pio armó una gran jugada por el costado derecho, tiró un centro que conectó de volea Villarreal y la estampó contra el palo; en el rebote, Civelli la metió al medio y el Top Scorer, el ídolo Darío Cvitanich solo tuvo que empujarla. Diferencia inmerecida para un conjunto de Jerez que no había echo casi nada para estar en ventaja.

En la segunda parte era el local quien aprovechaba el envión y los gruesos errores defensivos de su rival. A los 5, Tuzzio la dejó corta, Cvitanich aprovechó para encarar a Carrizo y desplomarse sin que nadie lo toque. Penal y segundo del goleador al que la gente ya pide para la selección. Parecía la despedida perfecta: dos tantos, máximo artillero, victoria como local frente al campeón. Todo eso se cayó pro la borda en pocos minutos ya que River como un león herido volvió a tomar la lanza y apostó al ataque constante y agresivo.
A los 20, Abelairas de tiro libre casi la clava en el ángulo, pero Santillo respondió bien. Rosales, Ponzio y Sánchez a la cancha para darle vértigo y profundidad a un “Millonario” que extrañaba por momentos a Ortega y Buonanotte. A los 26, Falcao quedó mano a mano y no falló; remate al primer palo para vencer al arquero y decretar el descuento. Ese gol sepultó a Banfield y revivió a River, que golpeó a los 38 cuando Abelairas tras un centro de Rosales la empujó bajo el arco.

Increíble pero real, el “Taladro” lo tenía cocinado al campeón, casi Knock- Out y no le dio el gancho fulminante, por eso el mejor del torneo se despertó y se lo dio vuelta. A 3 del final, un córner rasante, un error de Pio que la quiso parar en vez de sacarla y un toque en la línea de Falcao para desatar la algarabía del pueblo Riverplatense que vino al sur a seguir de festejo. 3-2, partido increíble y roja para Pio tras una patada a Alexis Sánchez.

De ahí en más River hizo circular el balón, dejar pasar los minutos y festejar.
Así fue todo el campeonato, una mala y una buena para el equipo del “Cholo”, que festeja como loco un triunfo que vale mas que tres puntos, demuestra quien manda y quien es imprescindible en el Campeón.

Para Banfield un cierre de temporada típico a como venia jugando; sin solidez, con dos caras diferentes, una de mitad hacia delante y otra mirando para atrás y por eso esta irregularidad que lo dejó afuera de toda pelea. Ahora a pensar en el futuro y a comenzar a vislumbrar quienes se van y quienes se quedan para el proyecto Burruchaga, que empieza el 7 de Julio cuando comiencen los entrenamientos.

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